El último libro de la Biblia es Apocalipsis. A muchas personas les parece fascinante hablar del fin del mundo. Hay tantas películas e historias que tocan este tema, que se ha llegado a pensar que Apocalipsis es otro intento más por “adivinar” cómo será el futuro. Pero no es así.

En primer lugar, Apocalipsis no está aislado del resto de los libros de la Biblia. Por el contrario, se conecta con el resto de la historia bíblica de forma perfecta y mantiene el propósito de Dios para toda su revelación.

“Apocalipsis no está aislado del resto de los libros de la Biblia. Por el contrario, se conecta con el resto de la historia bíblica de forma perfecta y mantiene el propósito de Dios para toda su revelación.”

La Biblia inicia en Génesis describiendo cómo el Rey creó a sus primeros ciudadanos para luego situarlos en el primer reino —el Jardín del Edén. No es ninguna coincidencia que el libro de Apocalipsis concluya con el Rey recreando a sus ciudadanos y situándolos otra vez en otro jardín —como aquel primer jardín en Génesis, pero nuevo y mejor.

Apocalipsis concluye con todo el relato bíblico. Apocalipsis nos demuestra que el propósito original de Dios de tener un reino con ciudadanos perfectos finalmente será llevado a cabo de acuerdo con el plan perfecto de Dios. Este libro concluye con unas hermosas palabras que nos dan esperanza y tranquilidad. Aunque en este momento la tierra es un lugar lleno de dolor y muerte, cuando leemos estas promesas recordamos que la historia aún no ha terminado —solo está comenzando. Lee tú mismo y disfruta esta revelación de lo que está por venir:

Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones. Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán, y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes. No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los si­glos (Apocalipsis 22:1-5).

El libro de Apocalipsis en efecto revela cómo será el fin, pero dando a entender que el fin es, más bien, solo el inicio —el inicio de una vida eterna, al lado de Dios, el Rey eterno.

En segundo lugar, el libro de Apocalipsis no es un cuento fantástico con personajes e historias ficticias. Aunque es un libro complejo, no es un libro místico. Un estudio dedicado y disciplinado hará que puedas entender todo del libro de Apocalipsis.

“El último libro de la Biblia… no tiene la intención de asustarte, sino de darte esperanza porque el futuro está seguro en las manos del Rey.”

El último libro de la Biblia revela el fin de todo lo creado, de todo lo que vemos y de lo que no vemos. El propósito de Apocalipsis es revelar, no esconder; busca enseñar, no confundir; ilumina nuestro entendimiento, no lo obscurece; no tiene la intención de asustarte, sino de darte esperanza porque el futuro está seguro en las manos del Rey. De hecho, al inicio de Apocalipsis se da una “felicitación” o una “o una “bienaventuranza” al que lee este libro. El apóstol Juan, el autor de Apocalipsis, escribe:

Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca (Apocalipsis 1:3).

Dios nos dejó la Biblia para que le conociéramos. Dios quiere que su creación le conozca a profundidad y con absoluta claridad.


Este artículo es un extracto del libro Una Gran Historia, publicado por Editorial EBI

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