Vivimos en un mundo hipersexualizado. Los comerciantes usan el sexo para vender productos que no tienen nada de sensual, como comida para gatos y limpiador de cañerías. Casi todas las películas (incluso las que son para niños) tienen alguna referencia o escena sexual obligatoria. Los diseñadores de ropa crean modas para en- fatizar una apariencia sensual. Las letras sexuales están a la orden del día en la música. Un acceso libre a internet hace que el sexo esté disponible a solo un clic de distancia. Con tan solo tocar un botón, el sexo está a plena vista desde prácticamente cualquier lugar.
Entonces, ¿cómo hacen los padres para seguir el ritmo en semejante mundo? El bombardeo de mensajes de los medios de comunicación y el fácil acceso a material sexualmente explícito puede hacer que los padres se sientan derrotados incluso antes de intentar abordar el tema con sus hijos
No hay una manera sencilla de enfrentarse a la adolescencia y a todos los desafíos que esta trae. Una serie de consejos no hará que sea más fácil abrirse paso por este asunto. Sin embargo, deseo que este artículo te ayude allí donde quizá te sientas perdido y te anime en donde tal vez te sientas derrotado.
Consejo 1: No reacciones de forma exagerada
Cuando descubres a un hijo en cualquier tipo de pecado sexual, saber cómo responder es un gran desafío para los padres. Como padre, se te rompe el corazón. Empiezas a dudar de todo: de ti y de tu hijo (o hija) al mismo tiempo. Tal vez hay enojo mezclado con el dolor. Enojo contra tu hijo porque pisoteó tu confianza. Enojo contra ti mismo por dejarte engañar. Enojo contra tu cónyuge por no tomar la iniciativa de hablar con tu hijo respecto al uso adecuado de internet. Tal vez incluso enojo contra los amigos de tu hijo por sugerirle algún sitio web. Quizá también haya dolor, incredulidad y vergüenza. A pesar de esta situación tan desafiante, es muy importante no reaccionar de forma exagerada.
Para evitar reaccionar de manera desmedida, considera lo siguiente:
- Primero, acude al Señor. Ora pidiendo sabiduría para saber cómo acercarte a tu hijo.
- Recuerda que el interés sexual es una parte normal de crecer.
- Date tiempo para reflexionar antes de responder.
Consejo 2: No prediques ni sermonees
Probablemente, esta sea una de las cosas más difíciles de evitar para los padres de adolescentes. Como padres, han pasado la pri- mera década o más de la vida de tu hijo diciéndole qué hacer. Esto no significa que no vayas a hablarles con la verdad. Sí lo harás. Significa que las conversa- ciones son distintas en los años de la adolescencia. Habla menos y escucha más. Evita dar la idea de que debes corregir cada pensamiento o declara- ción insensatos apenas estos surgen. Si escuchas, le comunicas a tu hijo que es importante y que lo valoras. Al escuchar más y hablar menos, terminas en realidad teniendo una voz de más peso en su corazón.
Consejo 3: No te desconectes
La crianza es agotadora, y para cuando llegas a la adolescencia, la tentación de poner el piloto automático es real. Por desgracia, esto es lo más dañino que podrías hacer en la relación con tu adolescente.
Mantente conectado con sus relaciones. Conoce a sus amigos y hazlos sentir cómodos cuando están en tu casa.
No le des a tu hijo su primer teléfono o dispositivo digital sin hablar de los límites; en especial, si tiene conexión a internet.
Averigua qué están haciendo para entretenerse. ¿Cuáles son los canales de YouTube que más visitan? ¿Quiénes son sus artistas favoritos? ¿Qué los atrae para divertirse? ¿Qué películas y programas de televisión están mirando?
Aprovecha cada oportunidad de hablar con tu adolescente. No esperes a que se acerque a ti, sino búscalo con amor y en forma genuina. Interésate en las cosas de las cuales le gusta hablar. Si tu hijo o hija adolescente te ofrece resistencia, recuerda que el Señor está obrando y que tu compromiso fiel a dicha relación es parte de su obra.
Consejo 4: No pienses: “Mi hijo no”
Adoptar la mentalidad de que tus hijos no luchan con pecados y tentación sexuales debido a su familia cristiana, sus influencias cuidadosamente protegidas o tu elección de escuela es probablemente una de las ideas más peligrosas cuando se trata de criar adolescentes.
Esperar que tus hijos estén exentos del pecado y la tentación sexuales hace que sea mucho más difícil hablar sobre estos temas. Por otro lado, crear un ambiente de comunicación abierta no significa que esperes o sospeches que estén pecando sexualmente, pero sí expresa una comprensión de que hasta los más fieles pueden verse tentados e incluso caer.
Consejo 5: No subestimes el papel que juegas en la vida de tu adolescente
Cuando un niño llega a la adolescencia, es fácil sentir que las únicas voces que parecen importarle es la propia y la de sus pares. Es fácil sentir que tu opinión no tiene peso y que en realidad no le importa lo que tienes para decir.
Más allá de lo que pueda parecer a veces, sigues teniendo un papel significativo en la vida de tu adolescente. Sin embargo, este papel ha cambiado. Lo que solía ser una relación caracterizada por la corrección y la dirección es ahora una rela- ción definida por la guía y la influencia, más que por la autoridad.
Consejo 6: No le envíes a un adolescente mensajes equivocados respecto al sexo
En un esfuerzo por proteger a los adolescentes de caer en pecado sexual, los padres pueden enviar mensajes equivocados sobre el sexo. Si la única vez que mencionas el sexo es para hablar de cómo evitarlo, puedes estar expresando que el sexo es algo malo, y esto no podría estar más lejos de la verdad.
Por supuesto, en la Biblia hay referencias negativas al sexo, pero están relacionadas con cómo el ser humano lo ha corrompido. Sin embargo, no son las únicas veces que se menciona el sexo en la Escritura. Al principio, cuando Dios creó al hombre y a la mujer, la Escritura afirma que Dios los bendijo y les mandó: “Sean fecundos y multiplíquense” (Gn 1:28). La bendición y el imperativo parecen estar conectados. Hay una sola manera de que los humanos se multipliquen, y es el sexo. El sexo es una bendición para que disfruten un esposo y su esposa (He 13:4), y es algo a lo que se alentó dentro del contexto del plan maestro del Creador. A Dios no le da vergüenza el tema del sexo.
¿Cómo ayudan estos consejos a criar adolescentes en un mundo hipersexualizado? Sin duda, hay muchas cosas que los padres no deberían hacer. Pero también hay muchas que sí pueden llevar a cabo. Crea un ambiente donde los fracasos no tengan la última palabra, sino que cada fracaso sea parte de la historia que Dios está escribiendo y redimiendo. El Señor no ha terminado de obrar en ellos, así que necesitamos mantener la esperanza y ver cómo se desarrolla su historia. Mientras siguen madurando, necesitan tu guía y tu gracia a lo largo del proceso.
Por último, ora por ellos habitualmente. La adolescencia es un tiempo difícil para ellos también. Confía en que Dios está obrando, tanto en tu adolescente como en ti. Criar hijos en un mundo hipersexualizado puede ser intimidante, pero cobra ánimo, nuestro Señor ha “vencido al mundo” (Jn 16:33) y está dedicado a la buena obra que empezó en ti (Fil 1:6) mientras guías a tus hijos en este tema.
Serie: Criando hijos
Eliza Huie, madre y consejera cristiana, explica de manera práctica cómo caminar con su adolescente en medio de este mundo hipersexualizado. En este breve libro analiza el valor de reformular los errores que tanto los padres como los adolescentes pueden haber cometido, y brinda una imagen esperanzadora sobre cómo nuestro Padre compasivo se mueve hacia nosotros en la debilidad.
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