Título original en Inglés “Sexuality: God Creates; the World Corrupts”
¿Cómo hablas con tus hijos acerca del sexo y la sexualidad? Puede ser un tema incómodo.
Aquí está una frase que uso a menudo cuando enseño a gente joven sobre el sexo: Dios crea; el mundo corrompe. Dios crea la comida; el mundo corrompe el uso de la comida. Dios crea las relaciones; el mundo corrompe y usa las relaciones en formas en que nunca estaban destinadas a usarse. Dios crea el sexo y la sexualidad; el mundo lo corrompe y lo convierte en algo que nunca debió ser.
Desafortunadamente, muy a menudo abordamos la corrupción de tales cosas antes de crear una perspectiva positiva del propósito para el cual Dios las creó. Cuando involucramos a los jóvenes en un tema como el sexo, a menudo la plática viene repleta de advertencias del tipo “Por qué no deberías…” además de “Lo que debes hacer…” y “Lo que no debes hacer…”. Entonces, tristemente, se da la impresión de que Dios está en contra del sexo porque es inmoral y no es sano, y una persona joven puede llegar a la conclusión de que es pecaminoso y está mal desearlo.
Pero Dios no está en contra del sexo, está a favor de él. Después de todo, él es el autor del sexo y todo lo que Dios crea es bueno y digno de ser deseado. En una sociedad saturada de placer, tenemos un mensaje distinto, que tiene un significado mucho mayor que un simple “eso es malo; no lo hagas”. Necesitamos estar dispuestos a transmitir este mensaje a nuestros jóvenes desde temprano y a hacerlo en una manera clara, positiva y valiente.
Y nosotros necesitamos hablar más claramente sobre cómo el mundo corrompe el sexo y después se pregunta por qué no cumple con lo prometido, como se esperaba. Algunas veces uso un ejemplo como éste para establecer este punto.
Hay un contexto en el cual todo lo que ha sido creado está destinado para funcionar bien. Tomemos por ejemplo, el iPhone. Es una soprendente pieza de tecnología que puede hacer más cosas de las que puedo contar. Ahora imagina que lanzas el iPhone desde un puente vehicular, y te sorprendes al descubrir que cuando lo levantas del pavimento ya no funciona. Ahora imagínate culpando a Apple por el estado corrompido de tu iPhone y presentando una queja ¡porque te han dado un teléfono defectuoso! ¿Ves cuán tonto sería culpar al creador?, cuando claramente se proveyeron límites en los cuales el teléfono debía funcionar, y fuiste tú quien eligió usarlo incorrectamente.
El creador de algo sabe cómo se pretende que funcione mejor; y cada vez que se sale de los parámetros del creador, es propenso a funcionar incorrectamente. Dios no es un aguafiestas. Él hizo la sexualidad y estableció el contexto en el que debe florecer. Debemos inspirar a los jóvenes a tener confianza de que el contexto en el cual Dios nos llama a disfrutar del sexo, es por nuestro propio bien.
Cuando transmita este mensaje, espero sorprender a los jóvenes con estas verdades positivas acerca del sexo. Muchos, nunca las habrán escuchado antes. Subsecuentemente, hablaremos acerca de lo que pasa cuando corrompes el sexo y lo usas en formas en que Dios nunca tuvo la intención de que se usara. Aunque el mundo nos dice que es placentero y debería venir sin reglas arcaicas, este uso del sexo no cumplirá lo que promete. En cambio, traerá consigo dolorosas consecuencias, quebrantamiento, sueños rotos y heridas relacionales. Se convierte en algo deformado e irreconocible, una imagen degradada de aquello para lo cuál en realidad fue creado. Puede brindar placer temporal, pero no puede proporcionar satisfacción duradera y armonía relacional.
Vivimos en una cultura que promueve un estilo de vida centrado en la sensualidad y el ensimismamiento. Si nuestros hijos van a aprender acerca de la sexualidad de manera prematura (y lo harán), sé la persona que proactivamente modele una visión piadosa del sexo. Encuentra formas atractivas para hablar de ello. Crea una visión que inspire confianza en el Creador y rehúse corroper aquello que él ha creado.
Esta traducción tiene concedido el Copyright © octubre 2020 de The Christian Counseling & Educational Foundation (CCEF). El artículo original titulado “Sexuality: God Creates; the World Corrupts”, Copyright © 2017 fue escrito por Julie Lowe. El contenido completo está protegido por los derechos de autor y no puede ser reproducido sin el permiso escrito otorgado por CCEF.
Este artículo fue traducido íntegramente con el permiso de The Christian Counseling & Educational Foundation (CCEF) por José Luis Flores, Editorial EBI. La traducción es responsabilidad exclusiva del traductor.
This translation is copyrighted © (june 18,2020) by the Christian Counseling & Educational Foundation (CCEF). The original article entitled “Sexuality: God Creates; the World Corrupts”, Copyright © 2020 was written by Laura Andrews. All content is protected by copyright and may not be reproduced in any manner without written permission from CCEF.
Translated in full with permission from the Christian Counseling & Educational Foundation (CCEF) by José Luis Flores, Editorial EBI. Sole responsibility of the translation rests with the translator.