Recuerdo como si fuera el día de hoy cuando estaba embarazada de cada uno de mis hijos y el anhelado momento junto a mi esposo del día que me hicieran el sonograma (ultrasonido) para saber si era niño o niña, sigue siendo de esa forma para cada mujer que esta lista para recibir la noticia. Aun hoy cuando vamos a los babyshowers podemos ver el anhelo de los padres en espera de su bebe y se dejan ver los colores tradicionales, azul y rosado. Aunque esta forma sea celebrada por personas que no conocen de Jesucristo, aquellos que tenemos el privilegio de ser sus hijos por pura gracia, tenemos la Palabra de Dios, y muy claramente, en Genesis 2:5a, se nos dice “Varón y hembra los creó”.
Hoy día aunque seguimos viendo el deseo de papá y mamá de saber el resultado del sonograma o el bayshower, para saber cuál es el sexo del niño, nos enfrentamos a una cultura que pelea por la ideología de género.
¿Qué es la ideologia de género?
La “ideología de género” es un sistema anticientífico que sostiene que las diferencias entre el hombre y la mujer -a pesar de las obvias diferencias anatómicas y biológicas-, no corresponden a una naturaleza fija, sino que son unas “construcciones culturales y convencionales”, hechas según los roles y estereotipos que cada sociedad “le asigna a los sexos”. El argumento de que el sexo es una construcción cultural, se cae a la luz de la Palabra, “Varón y hembra los creó”. La autoridad de la Biblia diferencia la verdadera igualdad de género de la igualdad basada en el género y el derecho como construcción social.
¿En qué consiste la ideología de género?
Cuando se habla de “ideología de género” se esta refiriendo a un conjunto de ideas que han llegado a ser movimientos desde hace muchos años y que hoy cada vez más se consolidan en todas partes del mundo. Estas ideas y movimientos están cuestionando sobre el género y la sexualidad. Es muy importante comprender cuales son los movimientos detrás de esta frase “ideología de género”, por ejemplo, está el feminismo, la liberación sexual, LGTBQ, los defensores del aborto, etc.
¿Qué une a todos estos movimientos?
Lo que une a todos estos movimientos es meramente lo que se ha denominado como construcción cultural.
¿Cómo debemos ver la ideología de género los cristianos a la luz de la Palabra?
Tenemos la Palabra del Señor que es inerrante, infalible y autoritativa; y podemos ver claramente que hacer frente a algo que el mundo promueve donde el príncipe de este mundo, es el diablo y cada vez estará presentando cosas contrarias a lo que el Señor ha establecido. Podemos ver a Pablo que nos deja ver cómo debemos ser ante la propuesta del mundo.
“No se adapten a este mundo, sino transfórmense mediante la renovación de su mente, para que verifiquen cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno y aceptable y perfecto” (Ro. 12:2, NBLA).
¿Qué nos dice la Palabra acerca de los dos sexos?
Para Dios los dos sexos son iguales en dignidad y valor individual creados a su imagen.
“Dios creó al hombre a imagen Suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó” (Gen. 1:27).
“No hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni mujer, porque todos son uno en Cristo Jesús” (Gal. 3:28).
Ahora bien, el hombre y la mujer son distintos en el sentido funcional. Dios diseñó al hombre y a la mujer con diferentes funciones, pero con el objetivo de complementarse. Podemos verlo en el diseño anatómico y mental. También sus mentes y cuerpos al estar diseñados de diferentes forma llevan a cabo diferentes labores. La Palabra nos enseña cómo el hombre y la mujer tienen diferentes roles dentro del hogar, la iglesia y la sociedad.
No podemos llegar a pensar que Dios prefiere un sexo más que el otro, él simplemente nos creo “varón y hembra” para ser complementarios, nos necesitamos unos a otros para cumplir el llamado que nos ha dado en esta tierra y glorificar su nombre.
Tenemos un ejemplo super excelente, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son uno solo, los tres cumplen su rol y ninguno es más importante que el otro.
¿Cuál es la solución que Dios nos muestra en su Palabra?
La solución a todo el dilema se encuentra en el EVANGELIO. Nacemos con pecado (Gen. 3) por lo tanto, estamos en una humanidad caída pero Dios, que es rico en gracia y misericordia, envió a su Hijo a morir en nuestro lugar, todos nuestros pecados están cancelados sin importar de qué tipo sean, si nos arrepentimos y creemos en Cristo es nuestro Señor y Salvador (Jn. 3:16) hay salvación y por ende transformación.
Al hablar de una relación personal con Jesucristo, Él fue capaz de transformar la vida de hombres y mujeres en el Nuevo Testamento, en la iglesia primitiva y en la vida contemporánea. En lo que Pablo le dice a la iglesia en Corinto, podemos ver que la transformación se dio en toda clase de personas,
“¿O no saben que los injustos no heredarán el reino de Dios? No se dejen engañar: ni los inmorales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los difamadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios. Y esto eran algunos de ustedes; pero fueron lavados, pero fueron santificados, pero fueron justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios” (1 Cor. 6:9-11).
“Y esto eran algunos de ustedes”
Esto nos habla del poder transformador del evangelio de Jesucristo. Contrario a lo que nos han querido vender, el cristianismo ha influido profundamente en las leyes. Una relación personal con Jesucristo a menudo ha transformado la vida de hombres y mujeres al ser transformados por Cristo han usado sus dones y talentos para el beneficio de otros seres humanos.
Cualquier propuesta de ideología de género no puede pasar por alto la confianza en la autoridad de Las Escrituras, en lugar de fundamentarse en construcciones sociales.
De nuevo, repito mi pregunta, ¿Qué clase de sociedad queremos construir?
¿Construiremos con sabiduría humana? Santiago el hermano de Jesús nos recuerda por inspiración divina cómo es tal sabiduría:
“Esta sabiduría no es la que viene de lo alto, sino que es terrenal, natural, diabólica” (St. 3:15).
Creo que debemos construir conforme a lo que aquí vemos:
“Pero la sabiduría de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, condescendiente, llena de misericordia y de buenos frutos, sin vacilación, sin hipocresía” (St. 3:17).
La sabiduría de lo alto es la que necesitamos para construir la sociedad, esa se encuentra en la Palabra de Dios y mire sus características: Pura, pacifica, amable, condescendiente, llena de misericordia, da buenos frutos, sin vacilación, sin hipocresía. Esta sabiduría debe tener el fundamento de la Palabra de Dios y podemos estar absolutamente seguros que encontrará el respaldo de Dios en la medida que, a pesar de nuestras imperfecciones, buscamos honrar lo que él ha dicho y establecido como principios para construir una sociedad digna de él y para su gloria.
Te dejo con la pregunta nuevamente para que medites en ella y te ayude a mantenerte firme en medio de todo lo que está sucediendo con respecto a la ideología de género, ¿Qué clase de sociedad queremos construir?
Recuerda, “Varón y Hembra los creó”.
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