Ayudando a una familia con integrantes con autismo

Nota del staff de EBI Blog: La publicación de hoy es la cuarta de una mini-serie de cuatro partes de sobre el Trastorno del Espectro Autista. El objetivo de esta serie es ayudarte a entender la etiqueta de autismo y equiparte para ministrar a aquellos etiquetados como autistas.

Autismo. Cuando nuestra familia se enfrentó por primera al diagnóstico de nuestro hijo con Trastorno del Espectro Autista(TEA), nos sentimos abrumados con muchas preguntas y preocupaciones.

¿Cómo le sucedió esto a mi hijo? ¿Es un problema físico o espiritual? ¿Cuáles son las expectativas para mi hijo? ¿Cómo puedo manejar la situación? ¿Qué clase de ayuda necesitará mi hijo? ¿Alguna vez podrá ir a la escuela, tener amigos, casarse, tener una familia o conseguir un empleo?… ¿Qué está haciendo Dios?

Es muy probable que los consejeros bíblicos sean llamados para ayudar a familias que luchan con estas y otras preguntas. Consideremos maneras en que podemos darles la esperanza de Dios y ayudar a las familias en esta situación.

Escucha sus llantos

Es apropiado reconocer el dolor y la dificultad de vivir en un mundo caído. Las familias que tienen hijos con autismoenfrentan confusión y desaliento mientras soportan las luchas cotidianas. Como el salmista antes de ellos, pueden llevar su confusión, duda y preguntas al Señor: “Oh pueblo; derramen su corazón delante de Él; Dios es nuestro refugio” (Sal. 62:8).

Anímalos a echar todas sus ansiedades sobre Él, porque Él tiene cuidado de ellos. ¡Él conoce! ¡Él entiende!

“Porque no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino Uno que ha sido tentado en todo como nosotros, pero sin pecado. Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna” (He. 4:15-16).

Ayúdalos a someterse a la soberanía de Dios

Dios todavía es Rey. Reina sobre la tierra y todo lo que hay en ella. Él es soberano, y causa que todo obre para Su gloria y nuestro bien; aun el autismo. Dios diseñó a nuestros hijos exactamente como quiso, para Sus propósitos; para glorificar Su nombre en ellos (Jn. 9:1-3).

Steve Viars, en su entrevista sobre Cómo ayudar a los padres de hijos con necesidades especiales, sugiere que esos padres se hagan las siguientes preguntas:

1. ¿Hay algo en esta situación que está fuera del control de Dios?

2. ¿Pudo Dios haber evitado que eso le sucediera a [nuestro hijo] y a nosotros si Él hubiera deseado hacerlo?

3. ¿Nos dará Dios más de lo que podemos soportar alguna vez? (1 Co. 10:13)

4. ¿Puede Dios usar esta circunstancia para Su gloria y nuestro bien?

5. ¿Ha prometido Dios acompañarnos mientras tratamos de criar a [nuestro hijo] para Él?

6. ¿Aceptaremos esta responsabilidad y buscaremos someternos gozosamente a Su plan para nuestra familia?

Ayuda a los padres afligidos a recurrir al Señor por fortaleza, y guíalos para que se sometan y confíen en los buenos propósitos de Dios para su familia. Un recurso que me ha sido de provecho al respecto es un libro por Krista Horning titulado: Just the Way I Am: God’s Good Design in Disability (Exactamente como soy: El buen diseño de Dios en la discapacidad).

Ayúdalos a avivar el amor por su hijo

Cuando las familias acepten el plan único de Dios para ellos, pueden aprender a disfrutar a sus niños tal cual Dios les hizo. Ayuda a las familias a pensar en las oportunidades únicas en su situación: crecer espiritualmente, aprender más acerca de la aceptación de Dios de todos Sus hijos con «necesidades especiales» (1 Co. 1:26-30), y encontrar maneras creativas para ministrar a su hijo con amor. Ayúdalos a pensar en las distintas maneras en que la gloria de Dios puede brillar a través de esta circunstancia. Dios les ha encomendado el cuidado de esta persona preciosa durante esta vida.

Fomenta el discernimiento acerca del TEA

A fin de evitar cursos de acción imprudentes, es importante que las familias sean «astutos como las serpientes e inocentes como las palomas» en su trato con cualquier información potencialmente falsa que pudieran recibir de gente bienintencionada. La investigación médica actual en cuanto al autismo no ha establecido definitivamente una causa o una cura para los déficits. Así que, enseña a la familia a responder de manera amable, pero firme, a cualquier información que se les ofrezca que afirma conocer la causa o la cura: «Gracias por su interés. Mi esposo/esposa y yo tenemos una opinión diferente o hemos escogido una opción diferente».

Consigue ayuda

Para déficits físicos: Los padres se beneficiarán de recursos disponibles para maximizar las fortalezas y minimizar las debilidades. Nosotros utilizamos las disciplinas de fisioterapia, terapia del lenguaje y terapia ocupacional para mitigar los déficits físicos que a menudo acompañan el autismo.

Para necesidades espirituales: Los consejeros pueden animar a las familias a perseverar con paciencia en la crianza bíblica (adaptada para la persona autista con habilidad limitada para entender la comunicación verbal/no verbal). Puede que sean útiles personas que trabajan en el área de la educación especial. Pero, ante todo, los niños con autismo tienen un corazón que debemos procurar alcanzar con el evangelio. La Palabra de Dios y Su Espíritu siempre son nuestro recurso principal de sabiduría y ayuda. Pide a Dios la sabiduría que necesitarás para criar al precioso hijo que Él ha encomendado a tu cuidado.