Mi experiencia como detective de homicidios me ha dado una percepción de la naturaleza de la culpabilidad moral y los límites del materialismo. A través de los años, algunos de mis sospechosos han afirmado que no eran responsables de sus actos por haber sufrido alguna condición física que estaba más allá de su control.

Si usted no está familiarizado con el famoso juicio en 1979 de Dan White, es posible que desee investigarlo un poco. White asesinó al alcalde de San Francisco, George Moscone, y a un supervisor de la ciudad de San Francisco llamado Harvey Milk. Cuando el juicio tuvo lugar finalmente, el abogado de White afirmó que no era culpable de los asesinatos porque tenía una condición física que le causó depresión y dicha condición se agravó por un cambio reciente en la dieta de White.

White al parecer modificó su dieta de alimentos saludables por los alimentos azucarados, incluyendo los Twinkies de la marca Hostess. Afirmó que estos alimentos no saludables causaron una condición física que estaba más allá de su control, agravando su depresión y haciéndole asesinar a Moscone y a Milk. El jurado realmente aceptó esta explicación y condenaron a White por homicidio involuntario en lugar de asesinato.

La respuesta del público fue rápida y violenta. La gente estaba indignada adecuadamente por el esfuerzo exitoso de White de minimizar su responsabilidad personal; estallaron disturbios en la ciudad de San Francisco. Esta estrategia de defensa fue ampliamente difundida, y dio lugar a la creación de una etiqueta que desde entonces ha sido aplicada a todos los intentos de excusar el comportamiento inmoral e ilegal en base de alguna condición física. La “Defensa Twinkie” se ha convertido en un término “comodín” usado para describir tales esfuerzos.

Al examinar las causas de un evento (como una muerte), podemos separarlas en dos categorías: la causalidad de eventos y la causalidad del agente (los acontecimientos previos físicos que causan que las cosas sucedan y agentes libres que causan que las cosas sucedan). Es importante reconocer que los agentes libres por sí solos tienen la libertad de actuar o responder sin un previo acontecimiento causal físico.

Los objetos físicos, como fichas de dominó, no pueden derrumbarse a sí mismos, sino que requieren un acontecimiento previo que provoque su caída. Pero usted y yo tenemos la capacidad de hacer que la primera ficha de dominó caiga como una simple cuestión de elección (no necesitamos un acontecimiento previo que cause esta acción).

Usted no puede culpar a un coche por atropellar a una víctima, el coche no es más que un objeto físico sujeto a una serie de procesos físicos, ninguno de los cuales puede ser considerado moralmente culpable. Pero podemos culpar al conductor del vehículo por conducir el coche sobre la víctima. El conductor es un agente libre, y reconocemos que sus elecciones son sólo eso: elecciones libres. El conductor no es como el coche. Su elección no es simplemente el resultado de una serie de procesos puramente físicos, como fichas de dominó cayendo. Él tenía la libertad de elegir lo contrario, y es por eso que tratamos de arrestarlo y procesarlo a él.

Nuestro reconocimiento de la culpabilidad moral del conductor (en lugar del coche) es un reconocimiento de que el materialismo no logra explicar quiénes somos como seres humanos. Consideré el siguiente argumento:

Ningún sistema físico es un agente libre
Los sistemas físicos o son “determinados” (un evento siguiendo necesariamente otro) o son “al azar”.

Por lo tanto ningún sistema físico tiene responsabilidad moral
La responsabilidad moral requiere libertad moral de elección.

Los seres humanos tienen responsabilidad moral
Reconocemos que cada uno de nosotros tiene la responsabilidad y la decisión de actuar moralmente, y de hecho, tratamos de mantenernos unos a otros legalmente responsables por las decisiones libres de cada uno.

Por lo tanto, los seres humanos no son simplemente sistemas físicos
Nuestro reconocimiento de responsabilidad moral y nuestros esfuerzos por mantenernos responsables serían irracionales e injustificados si los humanos son meramente sistemas físicos.

Si nosotros, como seres humanos, somos únicamente sistemas físicos (simplemente materia), debemos dejar de tratar de mantenernos mutuamente responsables por una mala conducta. De hecho, no puede haber mala conducta si solo somos cerebros y cuerpos físicos, sólo puede haber comportamiento. Nuestras acciones no tienen ningún contenido moral en absoluto a menos que realmente tengamos la libertad de elegir y la posibilidad de romper las ataduras de la causalidad de un evento físico.

No puede haber mala conducta si solo somos cerebros y cuerpos físicos, sólo puede haber comportamiento.

Como detective de homicidios, no puedo juzgar la pistola o el cuchillo que fue utilizado por el asesino, pero ciertamente puedo arrestar al hombre como agente libre que utilizó la herramienta física para cometer el asesinato en primer lugar. No puedo hacer esto si el humano fuera sólo otro objeto puramente físico en una secuencia de eventos causados. Si el materialismo es verdadero, no hay ninguna necesidad de detectives de homicidios. Sin embargo, en realidad empleamos investigadores debido a que nuestro sentido de obligación moral demuestra que el materialismo es falso.


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Para más información sobre la confiabilidad y veracidad del Nuevo Testamento, recomendamos leer el libro escrito por J. Warner Wallace “Cristianismo: Caso Resuelto“, publicado por Editorial EBI.


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